Por fin se ha instalado el verano y llegan las tan ansiadas y esperadas vacaciones. Aparecen las dudas, sobre todo, en los recién estrenados papás y me encuentro con muchos padres que me hacen las mismas preguntas. ¿Puedo bañar a mi bebé en la playa o en la piscina? ¿Y si coge frío? ¿Qué pasa con el cloro de la piscina y el agua y la arena de la playa?
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Los niños menores de 1 mes NO deberían bañarse en la playa o la piscina por la delicadeza de su piel.
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Bien es cierto que no existen unas recomendaciones muy claras al respecto de cuándo dar el primer baño a nuestro bebé. Lo que sí está claro son los riesgos que hay que tener en cuenta.
En primer lugar el SOL
Todos sabemos lo perjudiciales que pueden llegar a ser los rayos solares y más en la delicada piel del bebé. Debemos utilizar una crema protectora solar de muy alta protección, especial para niños y bebés y resistente al agua, además de mantenernos siempre a la sombra.
- Debemos aplicar la crema protectora mínimo 20 minutos antes de salir de casa y repetir la aplicación con frecuencia. NO SE RECOMIENDA UTILIZAR CREMAS PROTECTORAS EN MENORES DE 6MESES. En bebés pequeños sería conveniente aplicar antes una pequeña cantidad en la parte interna del antebrazo del bebé y comprobar que no le da reacción, la piel de los bebés es muy sensible en todos los aspectos.
- Procuraremos mantenernos siempre a la sombra. Hemos de tener en cuenta que los rayos solares, además de incidir sobre nosotros de manera directa, se reflejan en el agua y la arena. Por lo que sería conveniente evitar las horas de mayor exposición solar. Es aconsejable disfrutar del baño antes de las 10,30 de la mañana o por la tarde, a partir de las 18h.
El AGUA.
En cuanto al AGUA de mar es muy beneficiosa aunque, en raras ocasiones, el alto componente salino, para algunos bebés, puede ser contraproducente y empeorar episodios de eczemas o dermatitis y aumentar la picazón.
El cloro es mucho más agresivo que el salitre y se ha visto que no provoca alteraciones dérmicas en bebés de 2 meses. Las piscinas con mucho tránsito de gente pueden ser un “caldo de cultivo” de microorganismos que pueden provocar irritaciones cutáneas e infecciones en los ojos y los oídos.
En cualquier caso, se recomienda mojarles primero los pies y comprobar que todo va bien antes de bañarlos por completo. Terminado el baño, SIEMPRE hay que aclararles bien en la ducha de agua dulce.
La TEMPERATURA del agua y la brisa marina
Los recién nacidos no regulan bien la temperatura corporal por lo que debemos prestar especial atención a las corrientes de aire y mantenerlos secos. Se recomienda, en caso de bañarles:
- Introducirles lentamente en el agua, siempre que esté templada.
- Baños cortos de máximo 10 minutos para evitar que se enfríen.
- Secarles bien después del baño, insistiendo en los pliegues.
- Retirar el bañador mojado y poner ropa seca.
La ARENA de la playa
La ARENA de la playa supone una estimulación táctil muy intensa por lo que es muy beneficioso y gratificante para ellos dejarles jugar con ella, aunque debemos, como siempre, introducirles poco a poco en este nuevo terreno ya que algunos niños pueden rechazar al principio el tacto de la arena. Deberemos estar siempre pendientes de ellos y no descuidarlos ya que su manera de reconocer el terreno es a través de su boca.
En resumidas cuentas, no se recomienda bañar a niños menores de 6 meses por la falta de protección solar, la sensibilidad de su piel y su capacidad de termorregulación. Aunque siempre hay alternativas para disfrutar con ellos, siempre con precaución y teniendo en cuenta y minimizando los riesgos que ya hemos visto.
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